Pese a que siguen los buenos niveles de audiencia, parece haber un claro retroceso a este fenómeno inexplicable.
Y es que semejantes tramas repetitivas, simplonas e inverosímiles ya no hay por dónde cogerlas.
En un principio el único motivo para entender el éxito de esta serie podía ser su falta de pretensiones y simpleza. Era una serie muy amable con un punto de ternura, pero la mediocridad ha ido en aumento, y las situaciones están forzadas y estiradas hasta el límite.
La mayoría de los actores tampoco ayudan a paliar esta situación. Pese al acierto de la protagonista, y un par de actores como Norma Ruiz (Bárbara), Ana Milán (Sandra de la Vega vs Sónsoles), David Arnaiz (Richar) o Miguel Hermoso (Diego), el primer problema fundamental lo encontramos en el protagonista masculino: Alejandro Tous, que interpreta al galán de la serie Álvaro Aguilar. No se entiende de dónde sacaron a un actor con tan nulas capacidades interpretativas. Inexpresivo y soso como él solo, ni siquiera es lo suficientemente guapo como para que se pueda justificar su contrato en la serie.
Otra presencia inquietante es la de Fedra Llorente (la Bombi) haciendo el papel de Marga, y que en cada aportación da vergüenza ajena.
Pero como decía, el principal problema de esta serie es que adolece de un guión que es un pozo sin fondo.
¿Alguien se traga el disfraz de Sandra de la Vega cuando se camufla de la chacha Sonsóles?. Pues siguen insistiendo una y otra vez en la pantomima, con el beneplácito de un público poco exigente y al parecer encantado de tragar algo tan absurdo.
Pero el colmo del esperpento ha sido una horrible canción que se han sacado de la manga, cantada por unas actrices mediocres a las que el éxito les ha venido de sorpresa y les queda bastante grande. Dicho tema nos lo encasquetan en la cadena amiga a todas horas. ¡Así cualquiera vende!.
Y es que semejantes tramas repetitivas, simplonas e inverosímiles ya no hay por dónde cogerlas.
En un principio el único motivo para entender el éxito de esta serie podía ser su falta de pretensiones y simpleza. Era una serie muy amable con un punto de ternura, pero la mediocridad ha ido en aumento, y las situaciones están forzadas y estiradas hasta el límite.
La mayoría de los actores tampoco ayudan a paliar esta situación. Pese al acierto de la protagonista, y un par de actores como Norma Ruiz (Bárbara), Ana Milán (Sandra de la Vega vs Sónsoles), David Arnaiz (Richar) o Miguel Hermoso (Diego), el primer problema fundamental lo encontramos en el protagonista masculino: Alejandro Tous, que interpreta al galán de la serie Álvaro Aguilar. No se entiende de dónde sacaron a un actor con tan nulas capacidades interpretativas. Inexpresivo y soso como él solo, ni siquiera es lo suficientemente guapo como para que se pueda justificar su contrato en la serie.
Otra presencia inquietante es la de Fedra Llorente (la Bombi) haciendo el papel de Marga, y que en cada aportación da vergüenza ajena.
Pero como decía, el principal problema de esta serie es que adolece de un guión que es un pozo sin fondo.
¿Alguien se traga el disfraz de Sandra de la Vega cuando se camufla de la chacha Sonsóles?. Pues siguen insistiendo una y otra vez en la pantomima, con el beneplácito de un público poco exigente y al parecer encantado de tragar algo tan absurdo.
Pero el colmo del esperpento ha sido una horrible canción que se han sacado de la manga, cantada por unas actrices mediocres a las que el éxito les ha venido de sorpresa y les queda bastante grande. Dicho tema nos lo encasquetan en la cadena amiga a todas horas. ¡Así cualquiera vende!.
Pido que si alguien entiende el éxito de la serie, me lo explique.
6 comentarios:
Que razón tienes... Esa trama ya huele a podrido. No entiendo por qué quieren estirarlo tanto, si lo único que le interesa a la audiencia es ver el momento que ha estado esperando desde el primer capítulo, o sea, la transformación de la protagonista.
Totalmente de acuerdo, sobretodo con la laguna esa de la transformación de Sandra-chacha. ¡Se pone una peluca y no la reconocen ni sus propios hermanos y luego vas tu y te maquillas hasta el detalle más meticuloso de tu cara en carnavales y todo el mundo te conoce!
Yo también había pensado en la poca habilidad de Alejandro Tous para la actuación hace tiempo. Ya se le puede hundir la empresa, dejarlo con la novia, pelearse con la fea o cualquier otra cosa, que siempre va a tener el mismo gesto en su cara. Da impotencia mirarlo. Betty la fea era más entretenido, por lo menos era todo más exagerado y no te quedabas en el sofá ausente. Además la decoración me incitaba a comer legumbres y beber zumos. Era sano.
estoy completamente de acuerdo...
YO TODAVIA NO ME EXPLICO COMO SIGUE TENIENDO EXITO ESTA SERIE, SI ES UN MUERMO!!YO NO LA SOPORTO..!! EMPEZANDO POR LA PROTAGONISTA...NO PUEDO CON ELLA, MENUDO ARTE INTERPRETATIVO...!!!
ENCIMA TODO EL MUNDO ESPERANDO A QUE LA PONGAN "GUAPA" , Y SE VA QUEDAR UGUAL DE FEA QUE ESTÁ AHORA..
ESO SÍ, SIN LAS CEJAS ESAS QUE LE HAN PINTADO Y SIN GAFAS...
INSISTO, VAYA COÑAZO!
Que exagerados sois, la gente ha visto lo que vosotros no veis, no tiene más, facil es apagar el televisor o cambiar de cadena coño!dejad que la gente mire lo que le de la real gana, en cuanto si lo hacen bien o mal ,son actores noveles y se les ha de dar un voto de confianza, los principios son para todos duros
Eso, que en otros aspectos bea gana en profundidad y realismo cuando alvaro va a la cárcel o que los personajes se desarrollen despacio en el que alvaro arende poco a poco donde está la belleza, bea a quererse a sí misma y los demás segun sus tramas lo que aun no han aprendido de la vida. En muchos aspectos es muy real y sincera, donde podemos llegar a sentirnos identificados y sino al menos comprender las distintas personalidades que hay en el mundo. Es cierto que eso de la transformación como que medio sobra, porque por mucha leccion que aprendas no hace falta ser ahora la más guapa aunque como recompensa a todo lo que a aprendido no está mal, ya que ella sabe que la belleza nunca da la felicidad.
Publicar un comentario